domingo, 8 de abril de 2012

MUJER Y ECONOMÍA EN LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO

Para escribir esta entrada, en la que pretendo dejar reflejada la relación y la situación de la economía y la mujer en el mundo actual en los países en vías de desarrollo, he consultado varios documentos web que he encontrado. La mayor parte de información aquí reflejada proviene de uno de ellos, que es el que yo he considerado más interesante.
Seguida a esta información, he insertado dos pdf en los que se pueden leer información también muy interesante sobre el tema que nos atañe.
 El primero, más ameno y resumido,"Informe sobre el Desarrollo Mundial, Igualdad de género y Desarrollo", es un breve resumen de los principales puntos de este informe. 
El segundo, "Estadísticas para la equidad de género",es un amplio documento que fue el elaborado por Vivian Milosavljevic, funcionaria de la Unidad Mujer y Desarrollo de la CEPAL, un centro de estudio que colabora con las Naciones Unidas.Refleja gran cantidad de estadísticas importantes de las magnitudes y tendencias de la equidad de género en América Latina.


Desde una perspectiva global, las mujeres componen el 70% aproximadamente de los pobres del mundo y va en crecimiento. Todas ellas trabajan muy duro tanto dentro como fuera del hogar.
El 40% de los dos mil ochocientos millones de trabajadores de todo el mundo son mujeres, aunque la compensación que reciben muchas de ellas es muy baja. Las mujeres componen aproximadamente el 60% de los pobres trabajadores del mundo y 330 millones de ellas ganan menos de un dólar al día.

La mayoría vive en condiciones muy precarias con salarios bajos, sin prestaciones sociales ni normativas sobre salud y seguridad. Algunas son trabajadoras autónomas (vendedoras callejeras, peluqueras o prostitutas, por ejemplo) mientras que otras son asalariadas (empleadas del hogar, jornaleras en agricultura u obreras industriales por ejemplo). La mayoría lucha por la supervivencia de sus familias.

El trabajo en la economía sumergida constituye una importante contribución a las economías locales y nacionales pero pasa ampliamente desapercibido. A menudo tiene que ver con funciones tradicionalmente consideradas como femeninas como la preparación de comidas o la costura pero también puede tratarse de trabajos pesados realizados generalmente por hombres. Por lo general, las mujeres suelen estar muy mal pagadas y tienen un status social bajo. También puede existir trabajo infantil  en el que chicas muy jóvenes ayudan con sus trabajos remunerados en otras tareas domésticas.  Si las mujeres consiguen trabajar fuera de casa, pueden conseguir una mayor independencia. Pero muchas situaciones laborales expondrán a las mujeres a nuevos riesgos físicos y psicológicos que pueden dañar su salud.

De manera más general, muchas mujeres sufren daños físicos debido a la intensidad del trabajo físico. También pueden sufrir problemas de salud mental como resultado de la presión emocional originada por sacar adelante sus familias en circunstancias difíciles. El resultado final para estas mujeres puede ser el agotamiento físico y altos niveles de depresión y ansiedad para cuyo tratamiento recibirán poca o ninguna ayuda. Tres estudios de casos pueden ilustrar estos problemas: el trabajo industrial, el trabajo sexual y el trabajo agrícola. 

En muchas partes del mundo, el trabajo sexual o prostitución está aumentando a un ritmo muy rápido (en Tailandia donde el valor total del mercado sexual equivale actualmente al 60% aproximadamente del gasto público) Según la UNICEF aproximadamente un millón de chicas se convierte en prostituta cada año. Los riesgos físicos y psicológicos para la salud de estas mujeres son muy elevados, encabezando la lista la violencia de género y el SIDA. 

A escala mundial, las mujeres componen la mayoría de trabajadores tanto remunerados como no remunerados del sector agrícola. En la mayoría de países en desarrollo, producen entre el  60% y el 80% de los alimentos y en Asia el 90% del trabajo en los arrozales es realizado por mujeres y chicas jóvenes.

Necesitan acceder al sistema educativo para aprender a leer y escribir y recibir formación que les permita mejorar sus capacidades de cara al mercado laboral. Necesitan tener acceso a un sistema  sanitario adecuado para ellas y sus familias y necesitan servicios flexibles que les ayuden en el cuidado de los hijos.  Se necesitan cambios legislativos y una política social que evite la discriminación en el empleo, en el salario y el acceso a los créditos.
Se están creando en todo el mundo nuevas organizaciones de mujeres para mejorar su situación y para que estas necesidades puedan ser cubiertas. Uno de los mejores y más conocidos ejemplos lo constituye la Asociación de Mujeres Autónomas de la India. También muchos sindicatos luchan por que estas necesidades sean cubiertas, jugando actualmente un papel muy importante las tecnologías de la información.

¿Cómo podemos apoyar estas iniciativas desde nuestra situación en el “mundo rico”?

-          -Como ciudadanos podemos presionar a nuestros gobiernos para que apoyen políticas comerciales que ayuden a las mujeres pobres en los países en desarrollo. (Si nuestra propia situación laboral nos permite tener contacto con estas mujeres podemos tratar de asegurarnos que la política corporativa sea justa con respecto a ellas)

-          -Como consumidoras podemos decidir no comprar a empresas que no se tomen la igualdad de género y los derechos de los trabajadores en serio.

-  - Como activistas globales podemos apoyar campañas internacionales para la aplicación de códigos éticos de prácticas por parte de las empresas que empleen mujeres de todo el mundo.


F              Fuentes: CEPAL

         


1 comentario:

  1. La mujer siempre se ha llevado la peor parte. También en el mal llamado primer mundo, tantos años de cultura judeo cristiana, no la deja aún bien parada. La situación se agrava en los países en vías de desarrollo. Sin embargo, quiero pensar que las cosas pueden estar cambiando aunque sea un poquito. La mujer es transversal en casi todos los proyectos de las Ongs y se ha visto que cuando se conceden microcréditos a ellas son capaces de gestionarlos de forma muy exitosa. Hay que seguir luchando por el empoderamiento de la mujer. En República Dominicana, en Marruecos ... son muchas las mujeres que están tomando la iniciativa. Necesitan que las apoyemos. Me parece muy bien lo de posicionarse en nuestro consumo para castigar a aquellas empresas que no saben respetar.

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